Cambiar de casa puede ser toda una aventura de organización o convertirse en una terrible pesadilla. Luego de mi último traslado que fue, no solo a una nueva vivienda sino a otra ciudad, me quedó claro que sin planificación poco hubiésemos hecho, por lo que quería compartirte algunos tips que me ayudaron y que te pueden servir llegado el momento.
Cuando pensé en escribir este post, hice una retrospectiva hasta mi adolescencia, época en la que por primera vez me cambié de casa. Han pasado muchos años y si mi mente no falla, en total me he trasladado unas 20 veces.
Esta vez lo primero que hice fue crear una lista para la mudanza en el Bullet Journal, en ella anotaba todas las ideas que venían a mi mente de cosas que tenía que hacer. Esto puede ser un gran apoyo de organización y planificación personal para antes, durante y después.
Mis 14 recomendaciones para hacer una mudanza sin estrés
Una vez tomada la decisión de cambiarte de casa
Por lo menos un mes antes, comienza a buscar cajas y empieza a empacar. No dejes todo para última hora. Empaca primero aquellas cosas que usas poco, desmonta muebles, envuelve y embala cuadros y artículos de decoración, libros, música, etc.
Previamente, limpia el contenido del frigorífico
Unas dos o tres semanas antes de la mudanza, trata de utilizar todo lo que tengas en el frigorífico y la despensa y si compras comida, que sea únicamente aquellos alimentos que son indispensable. Así llevarás menos bultos en el traslado.
Etiqueta el contenido de las cajas
Cuando comiences a empacar, anota en una parte visible de la caja el contenido de la misma. Sino quieres que se sepa lo que va en su interior, asigna un número a cada caja y anótalo en una libreta describiendo a un lado su contenido. Esto te ayudará cuando desempaques, ya que ubicarás todo de nuevo con más facilidad.
Que cada caja lleve una etiqueta de color
Usa pegatinas de colores vistosos para identificar el contenido de las cajas, así las personas que harán la mudanza sabrán donde dejarlas en la nueva vivienda. Por ejemplo, amarillo para la cocina o rosa para tu habitación.
Distribuye el peso
Evita cajas muy grandes que luego dificulten su manipulación. Busca aquellas que sean resistentes. Distribuye el peso, de tal manera que no pongas solo libros en una o almohadas y cojines en otra. Si vas a colocar vasos o cosas que se puedan quebrar, pon en la parte baja de la caja, un colchón hecho a base de sábanas, edredones o libros. Las cosas frágiles deben ir protegidas para que no se astillen o quiebren. Usa cojines, mantas o manteles para cubrir las cosas delicadas. Aprovecha los huecos para meter cosas pequeñas.
Cables y tornillos de muebles en bolsitas individuales
Cuando desmontes muebles, guarda los tornillos, soportes y bisagras en bolsitas individuales y transparentes. En su interior coloca una etiqueta que detalle el mueble al que pertenecen. Esto te ayudará a identificarla posteriormente. Has lo mismo con los cables de tus aparatos electrónicos y dispositivos digitales. Deja todas estas cosas en un mismo lugar, así lo recordarás más tarde. Yo fui guardando todas estas cositas en un maletín.
Aprovecha la mudanza para donar
En Murcia hay un proyecto que se llama Jesús Abandonado. Desde que vinimos a vivir a esta ciudad y siempre que he podido, hemos donado ropa para este proyecto tan bonito y con una labor humanitaria admirable. No es necesario que te lo cuente Marie Kondo, una mudanza es una ocasión ideal para limpiar tu casa. Separa en cajas o bolsas, aquella ropa, libros y muebles que no utilizas y dónalos. Lo que no sirve se bota. No cargues con cosas innecesarias.
Toma fotos de todo o mejor, has un vídeo
Si te vas de alquiler, documenta el estado en el que recibes la vivienda. Toma fotos o graba un vídeo de todo: grifos, puertas, persianas, pisos, ventanas, armarios, lámparas, enchufes, baños, cocina, etc. Así tendrás un respaldo para que no te culpen, si algo está estropeado.
Traslada las cosas delicadas antes
No siempre se puede, pero si el casero lo permite, previamente llévate aquellas cosas que requieren un cuido especial y en las que durante la mudanza pueden estropearse, como las plantas, cristales o los alimentos congelados.
El contenido de tus cajones cubiertos con bolsas plásticas
Hay cosas que podemos trasladar tal cual las tenemos en nuestros cajones sin necesidad de embalar, pero para evitar que se desordenen, cubre su contenido con bolsas plásticas y séllalas con cinta adhesiva. Así a pesar de los movimientos, su contenido llegará intacto.
Previamente, haz una limpieza en la nueva casa
El día de la mudanza es de locos y terminas muy cansado y agotado, por lo que la limpieza de la nueva casa deberías hacerla previamente, no cuando estés rodeado de cajas hasta el cuello. Prioriza en:
- La limpieza de la cocina (repisas, armarios, cajones, cocina, horno y frigorífico);
- La limpieza de al menos un baño, si hay varios. Considera dejar ya puestos, toallas, geles de baño, cepillo dental y dentífrico, papel higiénico y los artículos uso personal.
- Limpia los armarios de las habitaciones para que cuando hagas la mudanza sea solo cuestión de colocar la ropa. También deja ya listas juegos de sábanas y pijamas.
Pide ayuda a tus amigos
Cualquier mudanza es agotadora y en solitario es peor, pero si tienes un grupo de amigos que te puedan echar una mano, será una ayuda valiosa.
No se te olvide, deja limpio lo que dejas
No es muy frecuente en España, pero no puedo irme de un lugar, dejándolo sucio. Cuando me he mudado, nunca he encontrado un piso en condiciones, pero nosotros lo dejamos tan limpio como una patena. Es un acto que dice mucho de ti y de tu imagen personal.
Y una última recomendación, no te mudes entre junio y agosto. Al menos si vives en Murcia o en una ciudad donde el calor del verano sea abrazador. Una mudanza requiere de gran esfuerzo físico y con calor, con poco te cansarás.
Espero que estas ideas te ayuden a disminuir el tiempo y el esfuerzo que emplearás en esta aventura. Mucha suerte con tu mudanza y ya me contarás cómo te va. Feliz descanso en esta Semana Santa.
Las gracias infinitas a nuestros amigos Richard y Raima, sin quienes, no se cómo hubiéramos hecho nuestra mudanza. Ellos viajaron más de 50 kilómetros para ayudarnos. Era su día de descanso semanal y lo trabajaron con nosotros de sol a luna. Es un gracias con alegría y gratitud, ya que es reconfortante saber que se cuenta con buenos amigos, con quienes estamos unidos más allá del tiempo y la distancia.