La temporada de verano es para muchos sinónimo de vacación. El tiempo estival significa salir de la zona de confort para adentrarnos a lugares desconocidos, exóticos, diferentes o por el contrario, volver al pueblo y encontrarse con los amigos y la familia. De lo que se trata es de descansar, relajarse, disfrutar y romper con la rutina. Pero ¿Qué pasa con nuestro Bullet Journal? ¿Se queda guardado en algún cajón? o ¿Te lo llevas contigo?
En mi post anterior te comentaba, cómo mi Bullet Journal se convirtió temporalmente en un diario. En junio, tuve varios días de vacación fuera de la ciudad y esos días de viaje, fueron el marco perfecto para darme cuenta que no podía llevar mi agenda con la estructura a la que estaba acostumbrada.
No se si te pasa lo mismo, pero a mí durante las vacaciones me resulta complicado llevar mi Bullet Journal. Las rutinas cambian y muchas veces solo queremos descansar de esa rutina.
Es que ser turista no es fácil. Es agotador y ese cansancio le puede pasar factura a tu linda agenda y más tarde que temprano, puede que ella pague los platos rotos y terminé guardada en el cajón de los olvidados para siempre.
Debo reconocer que la disciplina de escribir a diario durante las vacaciones, es todo un mérito. También es verdad que llevando una agenda Bullet Journal, ese hábito se convierte en placer y no en obligación.
Si eres de los que usa su agenda todos los días, te organizas a diario y revisas lo que has hecho al final de la jornada, te habrás dado cuenta que este método Bullet Journal, nos crea hábitos sin que seamos conscientes de ello.
El método nos ayuda a la concentración, nos obliga a apartarnos un rato los dispositivos digitales y retomamos el placer de escribir de forma analógica. Pero sobre todo, aprendemos a estar con nosotros mismos y nuestros pensamientos, lejos del ruido del entorno.
El placer de guardar tus memorias de viaje
Te voy a contar la historia de mi amiga Claudia y un viaje que juntas hicimos a Grecia hace cuatro años. Todas las noches, ella se sentaba en cualquier lugar que le proporcionara quietud y paz y escribía sus memorias del día en una libreta tipo travel book.
Lo más fascinante para mí era ver su ritual. Se sentaba, sacaba del bolso un cuaderno con forro en cuero marrón y un estuche que contenía un bote de tinta, una pluma y una cajita muy pequeña en la guardaba la plumilla para que la punta no se estropeara. Con mucho cuidado montaba la pluma. Luego empapaba la plumilla en el tintero y comenzaba a escribir. Era fascinante. Me parecía estar viendo a esos grandes escritores y escritoras del siglo XIX y XX. Al menos eso me evocaba cuando la veía escribir a mano, tan concentrada y absorta en sus pensamientos.
Pero no es necesario tener un cuaderno especial para guardar las memorias de un viaje o de unas vacaciones. Tu agenda Bullet Journal es una opción bonita para guardar esos recuerdos.
Sabrás que método Bullet Journal no solo es para organizar y planificar. El sistema te permite revisar tu pasado, organizar tu presente y diseñar tu futuro y su contenido, puedes adaptarlo según tus necesidades y estilo de vida.
Los códigos o leyendas del Bullet Journal, incluye un guión ( — ), que utilizas para anotar aquellas cosas que salen fuera de la organización tradicional de los registros o colecciones (eventos, citas, tareas, etc.)
El guión lo puedes utilizar para anotar ideas, memorias, experiencias, reflexiones o estados de ánimo y convertir rápidamente tu agenda en un diario personal, sin necesidad de tener que montar una estructura adicional.
El Bullet Journal es tan flexible que siempre estamos aprendiendo y mejorando el método. Por esa razón, consideré que luego de mi experiencia de junio pasado, los meses de julio y agosto, debían ser muy sencillos, con un contenido básico y minimalista.
Al la izquierda muestro mi primera agenda Bullet Journal. Las páginas son de un viaje corto que hice a Madrid. Hay desde una hoja seca caída de un árbol, hasta el billete de transporte público, que por cierto es un modelo que ya no existe, porque se ha sustituido por una tarjeta plástica que funciona como bono de transporte y es recargable. A la derecha otro viaje corto a Madrid y esa vez ocupé la tarjetas de visita y un marcapáginas que me regalaron a modo de decoración para contar mi historia de esa breve escapada.
Souvernirs o recuerdos para decorar el Bullet Journal
Hay cosas bonitas, económicas y sencillas que pueden ayudarte a decorar tu agenda y que darán a tus páginas una apariencia única.
A continuación, te muestro una lista de cosas que a lo largo del tiempo he ido utilizando para decorar mi agenda cuando viajo, sean éstos trayectos cortos o largos y no necesariamente por vacaciones. Las páginas quedan muy chulas y personalizadas y sobre todo cuentan una historia. Mi historia personal.
- Tarjetas de presentación del hotel, restaurante, café, museo, teatro o bar. Quizás quieras volver a ese lugar y guardado en tu agenda, sabrás donde está en todo momento. (Siempre y cuando lo hayas anotado en el índice de la agenda).
- Servilletas, bolsitas de azúcar o cualquier material promocional.
- Postales o pegatinas donde se vea bien el nombre del pueblo, ciudad o país.
- Yo he llegado a guardar facturas, planos y tickets de metro o autobús.
- Hojas o flores propias de lugar.
Los viajes y las vacaciones, son magnificas oportunidades para echar a andar nuestra creatividad. Hay que probar y hacer cosas diferentes. Ya lo dice Ryder Carroll, el creador del método Bullet Journal:
“ Mi cuaderno es un reflejo de mi mundo interior. Cuando ese mundo no es un reflejo de donde quiero estar, lo uso para viajar”.
Ryder Carroll.
¿Estás de acuerdo? ¿Has usado tu Bujo para viajar? Espero que te sirvan algunas de estas ideas que te he compartido en este post. ¡Feliz Bullet Journal!