Voy a contarte una historia que sucedió hace 80 años. Es la de un marinero que estuvo seis meses consecutivos dentro de un submarino, sumergido en el océano sin salir a flote ni un solo día. Él, que nunca había visto un barco, mucho menos un submarino, ahora estaba sumergido en uno, lejos de su país, de su hogar, de su familia y rodeado de personas que apenas conocía. Era la Segunda Guerra Mundial.
¿Y por qué te cuento algo tan antiguo del siglo XX si estamos siglo XXI y en plena crisis de la pandemia del coronavirus? Porque estamos viviendo algo levemente parecido.
En España estamos en un confinamiento forzado, obligados a permanece en casa y es un esfuerzo muy grande para una sociedad que no está acostumbrada a ello. El aislamiento social y romper de forma brusca con nuestra vida cotidiana, no está siendo nada fácil. Pero hay que hacerlo. Yo estoy en casa cumpliendo ese confinamiento. ¿A ti también te ha tocado?
Dice un hashtag que circula por las redes sociales: a nuestros abuelos se les obligó ir a la guerra y a nosotros solo se nos pide quedarnos en casa. Una gran verdad como un templo. Por muy duro que nos parezca hoy, este confinamiento es un sacrificio menor frente a la pandemia.
En un submarino de los años 40 del siglo pasado, las cosas no eran fáciles. Los espacios eran muy reducidos, con pasillos y cubiertas estrechas. La privacidad era un sueño. Lo único que se podía hacer, y muy de vez en cuando, era subir a la popa del barco y quedarte contemplando absorto kilómetros y kilómetros del mar azul hasta donde tus ojos podían alcanzar, tomar un poco de aire fresco y sentir la brisa cálida del mar acariciando tu rostro. Ese era el único lugar donde podías gritar, cantar o hablar solo. La vida era muy dura y solitaria.
El ser humano no ha nacido para estar encerrado. Es difícil pasar día tras día dentro en casa. En casi toda Europa se vive en pisos de pocos metros cuadrados, en muchos conviven tres o cuatro generaciones. Cada una distinta y con necesidades diferentes. Hay poca privacidad. Ves que nuestra situación de ahora, con sus claros matices, podría ser la de un marinero en alta mar. Añade el teletrabajo, los niños y las mascotas y tienes el coctel perfecto para poner al límite nuestras emociones.
La convivencia diaria si no es bien llevada, puede terminar en roces sociales y que en menos de una semana, nos estemos tirando los platos unos a otros.
Por si lo anterior no fuera suficiente, tenemos la saturación informativa que recibimos de los medios de comunicación, las redes sociales y sobre todo el Whatsapp. Este último es una como una enorme cascada de agua sin filtro, que deja caer todo lo que se le tira encima y nos salpica con consejos, memes, gifts y noticias verdaderas o falsas.
¿Qué podemos hacer para sobrellevar de mejor manera toda esta situación?¿Qué hizo nuestro marinero durante esos seis meses bajo el agua en un pequeño submarino y en los años posteriores? ¿Cómo se vive bajo agua sin salir a ningún lado, sin ver el sol y no volverte loco?
Él se puso a estudiar. La única universidad que le permitió hacerlo a distancia, fue la de Chicago (Estados Unidos), ya que por los años 40 del siglo pasado, los estudios universitarios eran presenciales.
Los exámenes los hacía bajo la supervisión directa del capitán del barco, quien al ver su entusiasmo y disciplina, dispuso la litera más aislada que había para que él estudiara con cierta privacidad. La tripulación le llamaba “el estudiante”, porque los libros, la lectura y el estudio, se convirtieron en su estilo de vida.
Un horario, acompañado con una rutina fueron fundamentales. Solo así podía compaginar el trabajo dentro del barco y sus estudios de la carrera de economía. Esto fue gracias a que planificaba su jornada diaria y se establecía objetivos a corto, mediano y largo plazo.
Lo fundamental: crearte rutinas diarias
La clave para este confinamiento en casa, señalan psicólogos y psiquiatras, es que nos creemos rutinas y un horario sería mejor, porque así se nos hará más fácil llevar el día. Esto vale para adultos, jóvenes y niños. Todo se reduce a organización y planificación.
Por ello, quiero darte algunas ideas para sobrellevar de mejor manera esto de quedarnos en casa 15 días (por lo menos). Presta atención, ya que en algunos casos te daré algunos links adiciones que te pueden llevar a otras páginas de expertos según el tema. Toma buena nota y elige el plan que más te guste:
- Limpia en contenido de tus dispositivos digitales. Esto incluye documentos y fotos, clasificando y ordenado por carpetas, temática, fecha o lugar, todo lo que tienes almacenado. Lo que tengas repetido o muy antiguo, es tiempo de reflexionar, si lo guardas, trasladas a un disco externo o USB o lo borras.
- Limpia tu armario. Estamos a pocos días de terminar el invierno y comenzar la primavera. Aprovecha este tiempo para limpiar, guardar, vender o regalar lo que ya no vas a utilizar y saca tu ropa más primaveral. Esto aplica tanto ropa, como zapatos, accesorios, bolsos, etc. Si el tiempo te da para más, aplica la misma idea para toda la casa. Así como quien dice en plan Marie Kondo.
- Rescata esos libros que dices que vas a leer y que por falta de tiempo no has hecho. Has una lista de lectura y si no los tienes a mano, puedes comprarlos online, por ejemplo. Leer es viajar por mundos y vidas diferentes y es sin duda una terapia que te ayudará mucho y hará olvidar temporalmente lo que estamos viviendo.
- Cursos gratuitos. ¿Has oído hablara de los cursos MOOC? Son cursos de formación a distancia. Hace un par de años hice un post donde hablaba de este tema. Uno de mis sitios favoritos es Miriadix. Aquí hay cursos gratuitos variados desde temas como el marketing, ingeniería, gestión pública, tecnología, comunicación, salud, ciencias jurídicas, arte, negocios, etc. También están los cursos certificados que da Facebook, Google, emagister, la universidad de Standford y muchísimos más.
- Las manualidades. Esas son fieles compañeras que aprendemos en la niñez y que como montar en bicicleta, nunca se olvidan. Aprovecha el tiempo para rescatar o aprender macramé, ganchillo o crochet, tricot, pintura, dibujo, el bordado o costura. Hay infinidad de cosas, solo están en buscar la que más te interese.
- Tiempo de scrap. Se que para hacer scrapbooking, necesitas herramientas y comenzar desde cero en este aislamiento, puede ser difícil. Pero si eres scrapera como yo, estoy segura que tienes más de alguna colección de papeles sin utilizar o restos de papel de proyectos anteriores y álbumes sin terminar. Aprovecha ahora este tiempo para hacer cosas bonitas y creativas. También puedes comenzar propio Junk Journal o art journal, una tendencia muy de moda para despertar tu lado creativo y ejercitar tu mente.
- Ordena tu zona de trabajo. Ya sea que tengas en casa un pequeño escritorio o un estudio completo, aprovecha organizar y limpiar. El scrapbooking nos hace que tengamos muchas cosas acumuladas y por ello, especialmente para ti que haces scrap, te comparto el podcast de Quim Diaz de Cosesdscrap, quien junto a varios reconocidos scraperos, como Elena Roche y Alberto Juárez, da una serie de tips para tu scraproom. Yo tomé nota y apliqué algunas de sus recomendaciones.
- Aprende lettering o caligrafía. ¿Cuántas veces has dicho que ibas a aprender lettering y no lo has hecho? Para eso solo necesitas papel y rotuladores con punta de pincel. Sino los tienes comienza con un simple lápiz y aprender a manejar la fuerza de la mano mientras subes y bajas los trazos. Aquí te dejo algunos links donde puedes descargar de forma gratuita páginas de prácticas: Tombow, Kelly Creates o Paspartu. También puedes acudir a Pinterest, Instagram o Youtube, donde encontrarás una inspiración creativa infinita.
- ¿Quieres leer tu revista favorita? Hearst, es el grupo editorial detrás de famosas revistas como Cosmopolitan España, Mi Casa o Elle, tiene en abierto durante estos días y de forma gratuita sus 19 revistas, para ayudarnos a combatir con lectura, esta confinamiento en casa.
- Aprende nuevas receta de cocina. Este tiempo en casa es una magnifica oportunidad para echar rienda suelta a la creatividad en la cocina y salirnos del típico arroz, pasta o los congelados.
- Alimenta el alma y tu mente. Desconecta de todo. Escucha música, practica yoga, reza, has ejercicios de relajación, meditación, canta o baila.
- Visita museos online. Aprovecha para hacer recorridos virtuales por famosos museos como el del Prado, el de Antropología en Atenas, la Galería Nacional de Berlín o de Londres.
- Escribe un diario. Una forma muy interesante de pasar estos días es desarrollar el hábito de la escritura. Un tema diferente para cada día será suficiente. Escribir es una forma de volcar nuestra energía sobre el papel, de plasmar sentimientos y sensaciones, de hablar con nosotros mismos, escucharnos y pensar.
- El ejercicio físico en casa te hará mucho bien. Youtube está lleno de rutinas sencillas para que te muevas un poco cada día.
- Llama por teléfono a tus amigos. ¿Tienes algún amigo o amiga del que no sabes desde hace tiempo? Aprovecha este tiempo y llámale. Mantengamos cerca a la distancia.
- Un nuevo proyecto. ¿Tienes algún proyecto en mente? Es momento de sentarte y darle forma. Analiza sus ventajas y desventajas, estudia o infórmate de las oportunidades o dificultades que tienes. ¿Necesitas formarte en algún tema en particular? Hazlo ahora.
- La papiroflexia vendría estupenda para nuestros abuelos. Para nuestros abuelos la papirofexia le vendrá estupendo, porque solo necesitas algunos folios de papel, doblar de forma creativa y hacer diseños bonitos. El tiempo se irá volando. Busca inspiración con tutoriales en Youtube.
- Rescatemos los juegos de mesa: Monopoly, Dominó, jugar a las cartas, puzzles….
- La televisión a la carta. Como siempre quedan nuestras series de televisión en Nexflix, Amazon Prime o Apple TV. Esto no significa pasar 10 horas diarias frente al televisor porque no es bueno para tu salud y porque podemos llegar a saturar la banda ancha de datos y terminemos sin acceso a la red.
- Rutina diaria de limpieza personal. Y no se te olvide que tu rutina diaria incluya baño diario y cuidado personal. Con esto no me refiero a vestirte como para ir a una fiesta. Pero dos semanas en pijama no es buen plan. Descuidar tu apariencia personal puede llevarte a la depresión. Así es que arréglate y ponte guapa o guapo para ti, aunque sea solo para vernos en el espejo.
Recuerda que el confinamiento puede ser una magnifica oportunidad para hacer cosas interesantes pero para ello necesitamos rutinas, horarios y organización. Hay muchos tutorales de infinidad de temas que puedes aprovechar y ver en las redes sociales.
Lo mejor es quedarnos en casa por nuestra seguridad, la de las personas más vulnerables y por respeto al personal sanitario que se está dejando la piel y su vida por proteger la nuestra.
El marinero de nuestra historia, prestó varios años el servicio militar, alternando su trabajo con los de Economía. No logró terminar la carrera, pero los hábitos de estudio y disciplina de lectura, los mantuvo durante toda su vida y los transmitió a sus hijos. Hoy todos profesionales y personas de provecho para la sociedad.
Esta es una historia que supe desde muy pequeña, porque ese marinero fue mi padre y yo soy una de sus hijas.
Hasta pronto y espero que este post te ayude en algo y si quieres compártelo y difúndelo, porque hoy más que nunca necesitamos apoyo solidario em la distancia y no terminar como muchos marineros durante la guerra gritando, cantando o hablando solos. Y tu, ¿Cómo estás llevando esta situación?